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Investigan al Parkinson desde otro punto de vista

A través de un modelo único en el mundo, un grupo de universitarios, encabezado por María Rosa Ávila, estudian los estragos de la enfermedad de Parkinson en el Laboratorio de Neuromorfología de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

“Después de comparar las diferencias que registra el padecimiento entre sexos, y la eficacia de diferentes fármacos, actualmente analizamos el daño bilateral en ratas y ratones, lo que nos aproxima a las características que éste presenta en el ser humano”, explicó la investigadora.

Tras ser expuestos a la inhalación de dos compuestos de manganeso, los animales experimentales presentan síntomas similares a pacientes diagnosticados con Parkinson. Se les proporciona el tratamiento indicado y presentan mejoría. Así, el diseño demuestra ser real y aplicable en la investigación del padecimiento neurodegenerativo en humanos, subrayó en un boletín de esa casa de estudios (15/01/12).

“El modelo que proponemos, además de no requerir cirugía invasiva como los estudios más utilizados desde hace medio siglo, determina un daño bilateral y a través del tiempo, al igual que sucede con las personas”, consideró la responsable del Laboratorio de Neuroformología de Iztacala.

En 2011, Parkinson’s Disease, revista especializada en el campo de modelos experimentales del padecimiento, publicó los avances más recientes de la línea de investigación de los universitarios.

Este año, la publicación incluirá los avances de las indagaciones en ratas, abordados en el trabajo del estudiante de doctorado en Psicología de la entidad multidisciplinaria, Javier Sánchez.

Además, la especialista colabora con la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA, por sus siglas en inglés), de Estados Unidos, en modelos transgénicos de epilepsia en ratones, y con el neurocirujano epileptólogo Jesús Machado, quien fuera su tutor de maestría, en el estudio de tejido cerebral de pacientes que mueren por la enfermedad referida.

Fuente: María Rosa Ávila y Javier Sánchez Betancourt

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