Tener una boca perfecta no implica labios carnosos, éstos deben ser proporcionales al rostro, por lo que no hay que temer a realizarse algún procedimiento estético cuando se requiera.
“Unos labios ideales son aquellos que son armónicos a la estructura facial“, asegura Fernando Arriola, especialista en medicina estética de la Unidad Médica Sebastian Bach.
“El labio superior es totalmente diferente al labio inferior. El labio superior se conforma de una parte central más abultada, que se llama ‘arco de cupido’, y dos partes laterales mas delgadas. El inferior se acopla al superior en forma perfecta, al tener una pequeña escotadura central, donde ensambla el arco de cupido, dice el cirujano plástico Lázaro Cárdenas.
“A los lados de esta pequeña escotadura del labio inferior hay dos porciones laterales gruesas que se acoplan a las dos laterales delgadas del labio superior. Además, el labio superior tiene una parte externa que luce mucho en la mujer y que se llama “filtrum”, esa parte es el espacio entre el labio y la base de la nariz (en donde el hombre tiene el bigote) y consiste en dos pequeñas líneas muy tenues que van de la base de la nariz a la parte mas externa del arco de cupido”, señala el profesor del Instituto Jalisciense de Cirugía Reconstructiva.
Diversas causas pueden llevar a una persona a consultar un especialista. “Las personas jóvenes, de 15 a 35 años, lo que más buscan es aumentar el volumen o corregir una sonrisa gingival, en este caso se aumenta el grosor de los labios para cubrir mayor extensión de la encía.
“A partir de los 35 años empieza la disminución del grosor del contorno de los labios, se pierden ciertos tejidos que en el labio se van disminuyendo”, comentan.
Hay personas que también tienen una disparidad muy evidente entre cada labio, la cual se puede corregir; así como las comisuras que con el tiempo descienden.
Cuídalos
• Mantén tus labios siempre hidratados
• Evita la exposición al Sol
• De preferencia no utilices camas de bronceado
• Utiliza protector solar especial para labios
Fuente: Fernando Arriola y Lázaro Cárdenas.
