Dieta & NutriciónTu Corazón

Come sano y evita un infarto

Terapia¿Qué tienen en común la gingivitis, la depresión y la menopausia ? Si le parece que nada, debe saber que pueden poner en riesgo su corazón.

Está bien tener presente que mantener un peso adecuado, realizar actividad física y evitar el tabaquismo pueden ponerlo a salvo de males cardiacos, pero también estar consciente de que existen otros riesgos.

El bioquímico mexicano Erwin MÁ¶ller, autor de Buena Nutrición, Cero Infartos (Editorial Grijalbo) describe en su libro los viejos y nuevos riesgos, y cómo neutralizarlos.

“Los antiguos riesgos siguen siendo válidos, pero es necesario hacer hincapié en que se han añadido nuevos, y si las personas se centran en esos pueden descuidar factores que son incluso más importantes. Por ejemplo, por lo que más se preocupan es por sus niveles de colesterol. Se hacen un examen y si los tienen en el rango se despreocupan.

“De lo que no están conscientes es de que si tienen altos los niveles de la toxina llamada homocisteína, que forma parte del metabolismo, pueden sufrir un paro cardiaco fulminante, aunque se tenga el colesterol de un quinceañero”, señala en entrevista.

MÁ¶ller explica que la carencia de vitamina del complejo B es lo que puede provocar la elevación de los niveles de homocisteína y para conocerlos es necesario realizarse análisis sanguíneos, pero las personas no se los hacen para verificar los valores de esta toxina, a menos que un médico lo solicite.

Esto explica por qué muchas personas que no estaban dentro del grupo de riesgo han sufrido infartos, comenta.

Lo que nadie imagina

El también nutriólogo enlista en su libro 33 riesgos que nadie imagina que pueden causar males cardiacos, como la falta de higiene bucal, que puede provocar la proliferación exagerada de microorganismos, que habitualmente están presentes en la boca.

“Cuando el dentista realiza cualquier procedimiento que provoque una herida o un corte en las encías, estas bacterias pueden pasar al torrente sanguíneo y viajar a las arterias coronarias e infectar alguna parte de ellas, lo cual puede desencadenar una lesión que se convertirá en una placa ateromatosa, es decir, en una placa de colesterol en las arterias y causar un infarto”.

Otro factor de riesgo que raramente se relacionaría con estos males es la depresión. El especialista indica que esta enfermedad mental causa un desequilibrio en la bioquímica corporal, un desbalance es las hormonas llamadas prostangladinas y cuando estas están mal balanceadas pueden desencadenar un infarto.

MÁ¶ller señala que las mujeres en edad fértil tienen una válvula de escape, que es la pérdida de sangre mens- trual, que evita cualquier exceso de hierro, pero cuando atraviesan la menopausia esta válvula desaparece.

La acumulación de hierro en el organismo, explica, causa la formación de átomos de hierro que se convierten en pro-oxidantes, los cuales a su vez se convierten en radicales libres agresivos y pueden afectar las arterias de la misma manera que los microorganismos de la gingivitis.

Es importante que las personas conozcan estos riesgos, dice, sepan que existen maneras sencillas y hasta caseras para minimizarlos.

La principal recomendación del autor para evitar males cardiacos es consumir pescado o cápsulas de aceite de pescado, que son ricas en las grasas omega 3, que protegen contra los riesgos.

Fuente: Erwin MÁ¶ller

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