Mente Saludable

Regala una carta de reconciliación

Regala una carta de reconciliaciónLlegó la Navidad, época de reconciliación y renacimiento, así que es el momento ideal para escribir una carta, y no precisamente a Santa Clos o los Reyes Magos, sino a los familiares o amigos de quienes se ha distanciado, para de esta forma arreglar viejas rencillas.

“En esta temporada las personas están más sensibles y con un espíritu más abierto al perdón y a estar en paz con los demás. Es el mejor momento para sacar las heridas del alma”, señala Ana Teresa López de Llergo, académica de la Facultad de Pedagogía de la Universidad Panamericana.

La especialista asegura que escribir una carta de reconciliación tiene muchas bondades.

Marcela Domínguez, terapeuta familiar, agrega que la principal ventaja es que se trata de un ejercicio terapéutico, aun cuando la carta no llegue a su destinatario, porque literalmente se ponen por fuera los sentimientos que afligen a la persona.

Tratar de reconciliarse verbalmente no es fácil. Las personas son más vulnerables al estar frente a sí mismas”, añade.

Domínguez indica que la carta puede estar dirigida incluso a una persona que ya ha muerto, y con la cual no tuvo la oportunidad de reconciliarse.

“Esta carta se puede atar a un globo de gas y liberarla, o también se puede visitar el cementerio o el lugar donde se depositaron las cenizas de la persona muerta y leerla ahí. Es algo simbólico que puede ayudar a sanar”, precisa.

Además, no sólo se puede pedir perdón, sino también perdonar. “Una persona que no ha perdonado a alguien puede escribirle: ‘Ya pasó el tiempo, ya no me duele. Te perdono'”, ejemplifica.

¿Cómo escribirla?

La carta que se redacte tiene que abrir las puertas, no cerrarlas. Esto significa que el lenguaje debe evitar ser agresivo y acusatorio, aconsejan las terapeutas.

“Quizá es una carta en la que se necesita expresar enojo, pero tampoco se trata de acusar, porque eso automáticamente pone a la defensiva a las personas”, puntualiza Domínguez.

La mejor forma de escribirla es “desde el corazón“, expresando lo que se siente y piensa, pero con respeto, claridad, sin emitir juicios, sin agresividad, sin exigencias. También recomienda escribirla en primera persona, por ejemplo: “Me siento así”, “Quisiera que”.

Las especialistas comentan que los individuos no tienen que ser “grandes escritores” para redactar la carta. “Quizá la primera salga defectuosa, pero no deben limitarse por eso: pueden hacer ensayos y escribir varias, hasta que quede una con la que estén conformes. Incluso pueden tomar un elemento de una, otro de otra, hasta construir algo especial”, señala Domínguez.

López de Llergo dice que otra estrategia es redactarla y revisarla varias veces, para detectar si se ha dicho todo o faltó algo. Para la especialista, la carta tiene que empezar con un preámbulo que enganche a la otra persona.

“El principio tiene que ser un gancho que llame a la curiosidad, que supere el disgusto que una persona experimenta cuando se siente ofendido y lastimado”.

¿Qué esperar?

Las expertas indican que la respuesta de quien recibe la carta puede ser muy variable, y el que la da tiene que estar preparado para eso.

“Debe esperar cualquier tipo de respuesta y estar consciente de que quizá la contestación no le guste”, advierte Domínguez.

Así que, antes de entregar la carta, la persona se tiene que preguntar si está dispuesta a correr el riesgo.

Lo que no debe dejar de hacer es escribirla, pues, aunque no la entregue, el simple hecho de poner fuera de sí los sentimientos es terapéutico. Se tiene la opción de guardarla y más adelante modificarla o, en algún momento, entregarla”, dice.

Fuente: Marcela Domínguez y Ana Teresa López

Shares:

Related Posts

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *