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Dale a tu vida un toque espiritual

Dale a tu vida un toque espiritualHan pasado miles de años desde su fundación; sin embargo, el budismo tiene mucho que aportar a la vida contemporánea: ayuda a dejar de actuar de forma destructiva y a que los individuos se hagan responsables de sus acciones y consecuencias.

Así lo cree Marco Antonio Karam, presidente y fundador de Casa Tibet México, para quien una ventaja más es que seguir los principios de esta tradición no significa renunciar al credo que se profesa, pues el budismo “no promociona dogmas de fe en los que se debe creer ciegamente, sino que se define más como una filosofía de vida”.

Lograr deshacerse del apego a las cosas que considera le traerán felicidad no implica convertirse en monje; hay fundamentos que puede practicar a diario, los cuales le ayudarán a dejar fuera emociones que boicotean el bienestar, como la ira, el deseo, la ignorancia y el orgullo.

Si quiere dejar de llegar tarde a sus citas, de odiar a su jefe o de perder tiempo en el tráfico, ponga en práctica las enseñanzas de Buda, para quien la felicidad profunda era la meta, afirma Franz Metcalf, autor de Buda para tu Vida (Diana).

El objetivo, en palabras del líder espiritual Sákyong Mipham, autor de Gobierna tu Vida, es aprender a equilibrar el cielo y la tierra.

“El cielo es la sabiduría, y la tierra, la experiencia tangible”, escribe.

El budismo, señala Metcalf, no sólo brinda un enfoque positivo, sino también un conjunto de prácticas para que la vida sea más positiva.

“Si quiere convertir sus fastidios en bendiciones, actúe como si fuera Buda”, propone Metcalf.

Cuatro verdades

Las enseñanzas esenciales de Buda son:

· La vida está llena de dukkha (insatisfacción, infelicidad o sufrimiento, el dolor que todos padecen, causado por el apego a satisfacer deseos).

· El dukkha se origina por la ignorancia, el deseo y el apego.

· El dukkha puede terminar.

· Se termina siguiendo el camino budista.

Posibles escenarios

En “Buda para tu vida”, Metcalf ofrece más de 70 soluciones a igual número de problemas cotidianos, que él mismo llama “trucos prácticos para ser más feliz”. Aquí le damos algunos ejemplos.

Impuntualidad
· Llegar tarde es una manifestación de la relación de usted con los demás. Si usualmente se retrasa, está diciendo:

“Soy más importante que tú”. ¿Qué hacer? Salga el doble de tiempo antes del que cree necesitar. De esta forma tendrá tres posibilidades:

· Llegará temprano y podrá saludar, familiarizarse con el lugar, ir al baño.

· Llegar puntualmente lo hará sentir potenciado.

· El tráfico lo atrapará, pero, como salió tan temprano, podrá utilizar ese tiempo para tranquilizarse, hacer una meditación, pensar en sus proyectos o soñar con un mundo mejor. Todos los demás llegarán rendidos; usted llegará alerta y centrado.

Atrapado en el tráfico
· Va rumbo al trabajo o a cualquier otro lugar al que debe llegar a tiempo, pero está en medio de un embotellamiento. Usted está cómodo, en silencio y solo. Tiene total control de su mundo interior. Es un monje en su pequeña celda de meditación. Ha recibido el don de un retiro individual.

¿Qué hacer? Planee su estrategia de presentación. Haga un sencillo ejercicio de respiración: inhale, sienta cómo se llenan sus pulmones; exhale, sienta el relajamiento de sus músculos. Con ello puede convertir a un ser atrapado en un auto en un ser libre con tiempo libre.

Harto del trabajo
· El trabajo es tan tedioso que podría quedarse dormido, con graves y, en ocasiones, peligrosos resultados, y con una reprimenda también. ¿Qué hacer? Cuando esté sumamente aburrido, haga de cuenta que es su último día ahí. Tómeselo en serio. En su último día no puede terminar nada de largo plazo; sin embargo puede hacer algunas pequeñas cosas que siempre quiso, pero nunca tuvo tiempo de realizar. Emprenda una de ellas. Es el momento de agradecerle a una persona que haya sido amable con usted o de limpiar los estantes.

Odio al jefe
· Hay jefes difíciles, hay jefes detestables y hay jefes malvados.

¿Qué hacer? Como no puede cobrar venganza para liberarse de sus sentimientos de víctima, vea a su jefe como a un hijo que quiere y al que le duele ver tan enojado y ruin. Cuando contemple los desplantes de su jefe, compárelos con los berrinches de un bebé. No puede permanecer enojado con un bebé: es demasiado pequeño y desvalido. Él no tiene conciencia de sus flaquezas. Así que pensar en su jefe como en un niño imprudente abre espacio en usted para la paciencia, e incluso para la compasión, ante actos que de otra forma no podría tolerar.

Fobia a seres fastidiosos
· Digamos que odia a un compañero de trabajo. Esto no es difícil de imaginar: a todos les ha pasado.

¿Qué hacer? Una práctica para acabar con el odio es conocer a la gente. Es muy difícil odiar a alguien que se conoce, un ser humano como uno. De hecho, le resultará tan difícil que desistirá. Esta es una forma de práctica espiritual: dificultar tanto lo malo que se prefiera ceder y hacer lo bueno. Se puede usar la endeble naturaleza humana para mejorar.

Peleas con la pareja
· Supongamos que está peleando con su esposo. Tal vez usted estaba en lo cierto en cuanto al problema original, tal vez no, pero ahora dice disparates contra él, no contra el problema.

¿Qué hacer? Cuando pelea con su pareja está literalmente en el infierno. Cuando se calla, cierra el infierno. ¡Hágalo! ¡Cierre esa maldita puerta! Permita que el silencio se imponga. Ahora dispone de un espacio para respirar. Entonces podrá avanzar a un esfuerzo más difícil: separar su ira de la discusión, su relación del problema y el carácter de cada uno de la posición que adoptaron.

Fuente: Casa Tibet México

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1 Comment

  • Huan
    Huan
    01/04/2008 at 17:37

    La vida nos está consumiendo, todo gracias al estrés y a que no nos damos cuenta de la importancia de estar en paz con nosotros mismos.

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